Capacidad de gestión de conflictos
Las relaciones interpersonales en la gestión de proyectos es un hecho y es inevitable que puedan surgir conflictos en alguna de las etapas. Por eso, es importante que el Project manager sepa gestionar este tipo de problemas y actúe como mediador para solventarlos y crear un buen clima de trabajo.
Capacidad de delegar
Un buen gestor debe conocer sus propias limitaciones y asumir que es imposible abarcar todo el control. Por eso, es muy importante que adquiera la capacidad de delegar y confiar en sus subordinados respetando sus funciones y motivándolos en su trabajo.
Detallista y atento
La calidad del servicio prestado es uno de los principales objetivos a cumplir por el Project manager. Para ello, debe ser exigente y atento con los detalles, evaluando en cada momento que se cumplan los estándares de excelencia y ser capaz de identificar qué falla para tomar la decisión oportuna en ese momento.
Conocimiento del mercado
Sin duda, si el proyecto tiene salida al mercado, es labor del Project manager conocer las tendencias y la competencia que se pueda presentar para ajustar el enfoque de los objetivos hacia el éxito.
Orientación de objetivos
Además de marcar los objetivos principales dentro de un mismo proyecto también pueden surgir imprevistos. Es muy importante que el Project manager sepa orientar al equipo con toma de decisiones rápidas y precisas, estableciendo plazos de cumplimento.